«Precisamente por haber escrito El mundo como voluntad
Jorge Luis Borges, Historia de los ecos de un nombre.
y representación, Schopenhauer sabía muy bien que ser un
pensador es tan ilusorio como ser un enfermo o un desdeñado
y que él era otra cosa, profundamente. Otra cosa:
la voluntad, la oscura raíz de Parolles, la cosa que era Swift.»